jueves, 31 de octubre de 2013

TAM Tanque Argentino Mediano

Tengo el orgullo de haber formado parte del equipo que, en los años 93 y 94, completó y entregó al Ejercito Argentino los últimos 120 TAM que se armaron en la ex TAMSE. Disfruté intensamente la oportunidad de hacer algo, por pequeño que fuese, para mejorar la dotación del Ejército y, especialmente, de la Caballería. Sin embargo, ya en esos años, advertíamos que el TAM era un vehículo que daba importantes ventajas frente a otros vehículos de combate de la región. Su incapacidad de combate nocturno o en pobres condiciones climáticas, su computadora de dirección de tiro (analógica), los aparatos de puntería de jefe de tanque y apuntador, sus problemas de estabilización del cañón y la falta de estación meteorológica que permitiera integrar los datos a la computadora, la falta de un sensor de alerta laser automatizado y tantos otros aspectos, apresuraban la obsolecencia del TAM. Hoy veo con enorme satisfacción que el TAM se convertirá en el vehículo que soñábamos en aquel entonces. Durante mi CAOR en el RCTAN 8 adquirí la aptitud militar de jefe de sección de tanques, puedo decir sin duda alguna que tripularía el TAM 2C con orgullo y a sabiendas de hacerlo en un tanque de primerísima línea.

Copio un artículo de sobre el tema de la Web www.defensa.com

La modernización del Tanque Argentino Mediano (TAM)

(defensa.com) En este momento, los casi dos centenares y medio de vehículos blindados TAM (Tanque Argentino Mediano) se encuentran desfasados ante la imposibilidad práctica de combatir eficazmente de noche, como lo marcan las necesidades del campo de batalla actual. Nacido de un interesante proyecto de los años setenta, se desarrolló un sistema muy práctico, el cual sigue en servicio junto con una variada clase de vehículos que conforman una familia sobre el mismo chasis, como los VCTP (Vehículo de Combate de Transporte de Infantería), VCTM (Vehículo de Combate de Transporte de Mortero, de 120 mm.), VCPC (Vehículo de Combate Puesto Comando), VCDT (Vehículo de Combate Director de Tiro), VCAMUN (Vehículo de Combate Amunicionador) y VCA (Vehículo de Combate de Artillería) que se encuentran en dotación en la fuerza terrestre.

Fácil de mantener, con un buen radio de acción, excelente transitabilidad y con un todavía poderoso cañón de 105 mm., que con municiones adecuadas es sumamente peligroso, el TAM es un digno medio blindado que tiene un importante escalón logístico, de adiestramiento e industrial desarrollado por el Ejército Argentino (EA), que logra una interesante tasa de disponibilidad operativa en los escuadrones acorazados. Adaptado y probado para las realidades prácticas del país, el sistema mantuvo en primera línea al componente blindado, pero ya requiere una modernización acorde a los tiempos. Durante marzo de 2013 finalizó el proceso de actualización del primer prototipo, denominado ahora TAM 2C.
La modernización de los TAM, dotación de la I y II Brigadas Blindadas, ya está en marcha. Las labores están a cargo de Elbit System, que transformará los primeros 5. Posteriormente seguirá un lote similar, que será trabajado por personal mixto de la empresa israelí y del EA, para, finalmente, proseguir con el resto, hasta alcanzar las unidades (primer contrato) que serán ejecutadas exclusivamente por personal del Ejército, conformando un equipo de trabajo de la Dirección General de Investigación y Desarrollo, cuyo  lugar de asiento son las instalaciones del Batallón de Arsenales 602, dependiente de la Agrupación de Arsenales 601, con sede en Boulogne Sur Mer, Provincia de Buenos Aires (la antigua TAMSE).
Si bien la decisión del Ministerio de Defensa fue modernizar sólo la torre, la empresa está también en condiciones de ofrecer también una reparación integral del vehículo, de acuerdo a las líneas del acuerdo. Esta oferta incorpora la experiencia de la empresa por ser fabricante integral de los sistemas, desde los componentes optrónicos hasta la integración. Además es la contratista de varios programas en curso de modernización de vehículos de combate. La oferta incluye el empleo y capacitación de personal argentino en todas las etapas, incluyendo la implementación local del prototipo.
En diciembre de 2010 se firmó un convenio entre naciones a través del Ministerio de Defensa argentino y su similar de Israel. El mismo mes se rubrica el específico para la modernización de un prototipo del TAM 2C, que incorpora todas las mejoras que lo llevan al nivel de la tecnología absolutamente actual y permite prolongar su vida útil por lo menos por 15 años. Se realizó en el país con personal técnico israelí, pero con participación de la mano de obra local y talleres nacionales. El pacto comprende una carta intención para la realización de una serie en los talleres del Ejército y mediante el uso de 100 por ciento de mano de obra nacional y con cursos de adaptación.

¿Cómo es la modernización?

Se realizó una modernización total en la torre y se ha agregado al chasis una cámara térmica de corto alcance para el conductor, que permite una conducción en ambientes nocturnos y diurnos, de niebla y de humo. Se conservaron los componentes mecánicos y estructurales básicos, como la carcasa, cañón y vínculos elásticos. Conserva la filosofía o lógica de diseño original del TAM, pero incorpora lo último en tecnología mundial, otorgándole capacidad de noche y día y en cualquier condición climática. Una característica única que aumenta la facilidad de uso es el seguimiento automático de blancos.

Se incorporaron miras térmicas y televisivas (doble canal), tanto para el artillero como para el jefe de tanque, ambas con telémetro láser incorporado. La estabilización del arma fue remplazada y el accionamiento de la torre pasó de ser hidráulica a eléctrica. Esto aumentó la velocidad de adquisición de blancos, esencial para la supervivencia en combate. La vieja computadora analógica fue remplazada por una digital. Se incorporó una estación meteorológica para mejorar los cálculos balísticos. Asimismo, fue instalado un cobertor térmico al cañón para incrementar la precisión. Dispone de un detector de láser que indica la presencia de amenazas enemigas y permite actuar en consecuencia, ya sea pasando al ataque o tomando una maniobra evasiva, conforme a las características del enemigo, ya que tiene capacidad de identificar el origen de la amenaza.


Se reemplazó el intercomunicador e incorporó un sistema digital de comunicaciones con radio con salto de frecuencias y transmisión IP. Se agregó un sistema de información de cuadro de batalla BMS (Battle Main System), que da un exacto panorama de la situación con despliegue cartográfico. Se incluyó una unidad de potencia auxiliar (UPA) externa, que permite la operación del vehículo, siendo con su motor detenido ideal para operaciones de vigilancia sigilosa por su bajo nivel de ruido y firma térmica  En el aspecto de protección de la tripulación, se agregó un sistema anti incendio en el recinto de combate. El VCTAM solamente posee uno de este tipo en el compartimiento motor MTU.

En una primera etapa, el equipo de la empresa Elbit, procedió a realizar una serie de mediciones y ensayos sobre el vehículo, para determinar el valor umbral de detección y supresión referencial a superar, o al menos a igualar. Para ello diseñaron, fabricaron, y montaron masas equivalentes a los nuevos equipos a instalar, por ejemplo de los nuevos anteojos del apuntador y jefe de tanque. Se instaló un número cercano a los cuarenta sensores (acelerómetros) estratégicamente situados en el techo de la torre, cañón, masa oscilante, piso del cesto de torre, columnas del cesto, viga inferior o traversa del accionamiento en altura del arma.

Los valores censados se registraron y procesaron según un software de deformaciones, reproduciendo las elásticas de toda la estructura del sistema de armas. Este análisis determinó en la magnitud exacta el problema del diseño original, cual es la falta de rigidez del sistema, que redunda en un aumento del tiempo de preparación del disparo (autorización), de la estabilización de la línea de mira (ventana de coincidencia) y, en definitiva, la probabilidad de impacto en el primer disparo. Los datos fueron relevados durante la marcha en la pista de pruebas de la antigua TAMSE, sorteando los distintos obstáculos, que pusieron a prueba los sistemas de rodamiento, trasmisión, ejes y chasis en todo terreno en Campo de Mayo y durante la marcha y tiro en el polígono del Regimiento de Tanques 8 de Magdalena.

La adopción de los faldones laterales disminuye sensiblemente el efecto cometa producido por el polvo removido por el tren de rodaje durante la circulación a campo través. Se incorporó al sistema de combustible un prefiltro ciclónico separador del agua de condensación de humedad ambiente producida en los depósitos de combustible, prolongando la vida útil de los filtros. Asimismo, se reemplazó el regulador electrónico trifásico de tensión original (de un alto índice de fallos), por otro de diseño de última generación, con una regulación de la tensión abordo más fina, más estable y de alta confiabilidad. Actualmente la falla del regulador de tensión provoca la de la protección del motor MTU, más precisamente en la electrónica de parada. Dispone ahora de la capacidad para lanzar el misil Lahat mediante la adopción de un kit que le confiere 8.000 m. de alcance. Si bien aún no está programado adquirirlo, se trata de una decisión política que habrá que examinar una vez concluida una determinada cantidad de vehículos.

Secretos de la modernización

Entre otras ventajas que tiene el nuevo TAM 2C se encuentra la posibilidad de efectuar tres disparos en marcha, contra uno, por ejemplo, del Leopard 2A4. La explicación radica en que yendo a plena marcha y en el modo estabilizado, el tanque se mueve de acuerdo al terreno, mientras que el cañón permanece prácticamente inmóvil apuntando al blanco elegido. En estas circunstancias, el cargador ve como si el cañón subiera y bajara, aunque en realidad es él mismo quien lo hace con el vehículo, conforme a los accidentes del terreno.

En cambio, con el nuevo sistema se detiene la estabilización del cañón, se carga y el blanco sigue enganchado, es decir, se desestabiliza por unos momentos, mientras que el sistema de puntería sigue bloqueando el blanco. Una vez cargado y estabilizado nuevamente el cañón, este se alinea automáticamente (y desde luego estabilizándose) con la línea de puntería, claro está, en tanques cuya carga sea manual. En el tiempo que se gana permite hacer tres disparos contra uno de los carros de combate normales. Se estima que con munición especial puede tener un alcance efectivo de 3.500 m. equiparándose a oponentes con mayor calibre.

La torre girando a la máxima velocidad, en cuatro vueltas obtiene una y media de ventaja al TAM original. Para las pruebas, homologación y comparaciones, se utiliza otro con la  configuración original, ambos provenientes del Comando de Brigada I, que son los que en mejor estado se encuentran. Se balanceó el cañón, cuyo desfase original era de 28 kg., se fabricó un contra peso con plomo dispuesto estratégicamente en el cañón, logrando el equilibrio del arma y optimizando la velocidad de seguimiento del blanco en altura, así como también incrementando la velocidad de captura.

Con todo el agregado del nuevo equipamiento, incluyendo el APU, el nuevo TAM pesa 1 ton. más, o sea, 31, lo que no afecta a las prestaciones, ya que tiene una importante reserva de potencia en su MTU 833 Ka 500, motor noble y potente, del cual la fuerza terrestre posee aún ejemplares nuevos en depósito. Para la homologación del sistema de puntería y estabilización se construyó un nuevo blanco en los extensos terrenos del Regimiento de Caballería de Tanques 8, en Magdalena (Provincia de Buenos Aires), a 100 km. de la capital. Para ello fue menester montar un novedoso blanco móvil, cuyo carro se desplaza movido por cables a través de 300 m. de vías férreas.

A partir de un contenedor, en cuyo interior se encuentran el sistema eléctrico de tracción del blanco, se tendieron las vías de ferrocarril sobre las que circula el carro. Tanto el contenedor como el trayecto de vías y el carro están resguardados al frente por un grueso mamelón de tierra, sobre el cual sólo asoma el blanco. Su accionamiento es remoto desde un puesto a resguardo, donde los operadores lo accionan de manera segura y se controlan, analizan y guardan todos los parámetros de los disparos. Cuando el blanco no se usa, se repliega sobre el carro y se aloja dentro del contenedor, protegido de las inclemencias.

A mediados de febrero de 2013, Elbit recibió 200 cartuchos de 105 mm. Flecha APFSDS (Armour Piercing Fin Stabibilized Discarding Sabot) provenientes de IMI (Israel Military Industries) con los que días después el TAM 2C comenzó exitosamente las pruebas de tiro sobre el nuevo blanco. El 26 de abril de 2013, con ocasión de celebrarse el día del Arma de Caballería, se llevó a cabo la presentación del TAM 2C.

Tras más de dos años de trabajo, divididos en una primera fase de nueve meses de estudios de factibilidad y firma de contrato y una segunda de un año y siete meses de estudios estructurales, diseño y fabricación de componentes, se entregó llave en mano el primer prototipo. Con la adopción de modernas tecnologías, que en este caso son nada más y nada menos que las del más reciente carro de combate israelí, el Merkava, probado y conocido. El EA ha seleccionado un material sofisticado que permitiría recuperar capacidades y mejorar con mucho las prestaciones de control de tiro, reconocimiento, comunicaciones integradas con su entorno, movilidad y disparo.

La elección de esos sistemas se potenció por las facilidades de acceso tecnológico que permitían las empresas de Israel, ya que las ofertas de origen germano eran notablemente restrictivas y costosas, cerradas en cuanto al acceso a los contenidos tecnológicos de los materiales –algo inaceptable para el EA, que está acostumbrado a poseer ciclos completos de mantenimiento en sus batallones de arsenales– y sumamente gravosas en lo económico. La unión de un buen chasis ya probado junto a un conjunto de sensores y sistemas de última generación permite la eficiente actualización del principal vehículo blindado nacional, llevándolo a un nivel de excelencia.

El completo dominio de las tecnologías aplicadas, a diferencia de otros ejércitos que poseen temibles blindados, pero sin acceso a las cajas negras, la asociación para el trabajo conjunto en los prototipos, la preparación de los sistemas de prueba y ensayos, incluyendo un polígono móvil con modernos elementos de control y análisis de tiro y sus variantes, más un exigente plan de evaluaciones en el terreno, nos muestran a un nuevo tanque de batalla, apropiado para las exigencias del momento, tales como las operaciones nocturnas, la integración electrónica entre blindados y unidades y el certero fuego en movimiento a gran distancia. Deseamos que este compendio de modernidad y eficiencia se plasme en la efectiva transformación de la flota de TAM del Ejército Argentino.

AUTOR: LUIS PIÑEIRO  (Corresponsal de Grupo Edefa en Argentina)

Historia de un AOR

Un instante, una decisión para toda la vida.


¿Son consientes de haber vivido alguna vez un brevísimo instante en el que tuvieron que tomar una decisión que hubiera cambiado su futuro por completo, alejándolos de la realidad que viven en la actualidad? Yo sí. El paso del tiempo ha ido otorgándole más y más dimensión a esa decisión que tomé en una fracción de segundo, en un entorno que favorecía el error catastrófico.  


¿Qué ocurrió? La historia comienza en el año 1971, en el Regimiento 8 de Tanques, unidad militar donde me encontraba realizando el “Curso de Aspirantes a Oficiales de Reserva”,  alternativa que se le presentaba a los universitarios que debiesen realizar el servicio militar obligatorio.


El RCTAN 8 tiene asiento en la provincia de Buenos Aires, cerca de la ciudad de Magdalena. Limita hacia el este y el sudeste con la Ruta Nacional nº 11 y hacia el oeste y noroeste con el Río de la Plata. Se podría decir que aún el día de hoy el regimiento se encuentra ubicado en un campo característico de la costa bonaerense, alejado de del tránsito frecuente de vehículos y de personas.


Este episodio transcurre entre los meses de abril y junio, no lo recuerdo con exactitud. En esos días habían ocurrido algunos ataques terroristas a unidades militares por lo que, cuando fui designado para el período de guardia nocturna, no me extrañó que la arenga del Jefe de Guardia tratase específicamente sobre ese tema, resaltando los peligros que significaba un eventual intento de copamiento del regimiento por guerrilleros. Se nos instruyó específicamente sobre el “santo y seña” de ese día y que ese debería ser para nosotros un terminante método para identificar a un posible atacante si, ante nuestro requerimiento, un sujeto no identificado no respondiera con la seña correcta.  


Nuestro grupo fue asignado al llamado “puesto polo” (rectángulo en la imagen) que obtenía su nombre por  encontrarse en las proximidades de la cancha de polo, que tenía por límite externo la ruta 11, como se puede apreciar en la imagen que acompaño.




Entre el puesto y la ruta existe una distancia de 180 mts.  con un ancho de 280 mts. (ambas medidas son aproximadas). Les pido que observen el punto blanco, marcado con un rombo. Se trata de una garita de vigilancia que, en aquellos tiempos, sólo se usaba durante el día.

Ya era de noche cuando debí  iniciar mi turno de guardia, hacía frío y la ausencia de viento había permitido que se instalase una densa neblina.  Debía recorrer la cancha de polo a lo largo, sin aproximarme a la ruta, tal era la consigna.


A poco de comenzar y encontrándome en las cercanías de la cancha de paleta que se ve a la izquierda, veo que un vehículo M113 comienza a recorrer el alambrado perimetral de la ruta. Supongo que es el Jefe de Guardia que recorre los puestos. Me llama la atención que al llegar a la altura de la garita se detenga. La distancia y la neblina me impiden distinguir que sucede allí pero creo distinguir una voz de mando, nada más.


Sigo mi recorrida, cuando faltaban unos minutos para terminar mi turno de dos horas,  encontrándome en las cercanías del centro de la cancha, donde se cruzan las líneas verdes y azul, escucho un chistido que, sin lugar a dudas, provenía de algún lugar entre la ruta y el lugar donde me encontraba.  Todos mis sentidos entraron en alerta y la adrenalina me invadió. Dirijo mi mirada hacia el lugar aproximado desde donde me habían chistado. Observo que una figura se recortaba en la neblina, remarcada por el débil resplandor del único farol que tenuamente iluminaba  la garita. Si bien no podía observar detalles, uno solo se destacaba: quién se acercaba portaba un arma. Yo sabía que nadie más debía  encontrarse en ese sector, muchísimo menos entre mi posición y la ruta.  


Siguiendo el procedimiento que nos habían ordenado, grito: “¡Alto!, ¿quién vive?”.  Por respuesta recibo una que aumenta mi nivel de preocupación: “soy yo, che… el soldado (no recuerdo el nombre)”. La figura seguía aproximándose.   “¡Santo y seña!!”, grito. Como respuesta recibo un “¿que santo y seña?, no hay santo y seña, che…”. 


Recuerdo perfectamente haberme colocado rodilla en tierra, haber “cargado” mi FAL y retirado el seguro. “¡¡Alto o disparo!!”. La figura ahora estaría a unos 15 metros, no más. Hago puntería. Estaba dispuesto a disparar si advertía que ese fusil que había visto comenzaba a levantarse hacia mí.


En ese mismísimo instante estallaron en mi cabeza la imagen del M113 deteniéndose al lado de la garita y el haber escuchado una voz de mando. Esa imagen se interpuso entre mi dedo, mis nervios  y la cola del disparador.


En ese instante escucho la voz del suboficial a cargo que desde el puesto de guardia me ordenaba: “Alto el fuego, alto el fuego!!!”.  Minutos más tarde, se hacía presente el Jefe de Guardia.


Resultó que un soldado del turno anterior se había quedado dormido, probablemente producto de haber bebido alcohol.  No sé que le habrá ocurrido con él, aunque me imagino que habrá tenido una sanción por la falta grave que había cometido, dormirse estando de guardia. Sin duda nada tan grave comparado a la eventualidad de recibir un disparo de 7,62mm a unos 10 mts de distancia.


En ese momento no le di mayor importancia al suceso. Parecía un episodio más del año de servicio militar. No pensé en las consecuencias que podría haber tenido el que efectivamente hubiese disparado, no solo para el soldado sino también para mí. Si aún hoy tengo la imagen de esa figura oscura recortada contra un fondo de neblina y tenue luz, no quiero imaginar lo que hubiera sido mi vida si, efectivamente, hubiera disparado. Asimismo, me he preguntado que hubiera ocurrido  si mis temores hubieran sido reales o si esa figura que decía ser un soldado hubiera en realidad sido la punta de lanza de un ataque al regimiento.


Son muchos los escenarios con finales de todo tipo. Lo cierto es que tomé, en un instante, la decisión correcta, mi vida y la del soldado siguieron su curso. Él, sin saber que su vida estuvo a punto de terminar por una imprudencia. Yo, sin esa carga de conciencia. ¿Suerte?