lunes, 13 de agosto de 2018

Teléfono para el ministro Aguad desde Alaska


Es cierto, el ministro sabe poco o nada de Defensa Nacional y menos aún de sistemas de armas. Ahora, es suficiente justificativo para las gansadas que frecuentemente se encarga de decir por todos los medios que le ponen a disposición o, imagino, tal vez sea una estrategia para disimular, velar y/o engañar sobre las políticas que este gobierno llevará a cabo durante los próximos años más por necesidad que por convicción.

Con respecto a las declaraciones, algunas de ellas me dan vergüenza ajena, imagino que deberá tener al menos algunos asesores que entiendan del tema y que de alguna forma le expliquen que, por ejemplo, las razones que da para no comprar cazas interceptores supersónicos son tan infantiles que rayan en lo absurdo. Cuando insiste en dar esas mismas explicaciones empiezo a desconfiar que en realidad lo que hace es intentar que "la gilada" compre ese discurso permitiéndole demorar un par de años más cualquier decisión al respecto. También es probable que el FMI le haya dicho que por ahora no a las grandes compras de equipamiento militar, recomendación que desde el punto de vista de la opinión pública de ninguna forma es conveniente difundir. Piensen Uds. que el discurso de Aguad es que no necesitamos "supersónicos", tanques, cañones y, supongo, buques más allá de las patrulleras. En otras palabras, que el gobierno ha descubierto que no necesitamos fuerzas armadas. (y yo que creía que con la política de "defensa defensiva" se había tocado fondo).

Lo cierto es que el gobierno hace una apuesta por demás arriesgada en materia de Defensa Nacional que, aunque improbable, puede significarle un Cromagnon, un ONCE y un ARA San Juan, todos juntos.

La prueba la dio hace unas horas un mecánico loquito de una compañía aérea de Alaska al robar un biturbohélice para volarlo durante unos minutos y después estrellarlo en una isla solitaria. Si en lugar de Alaska hubiera sido en nuestros cielos, si en lugar de un suicida solitario hubiera sido un terrorista mapuche o de la triple frontera, entonces en lugar tener a pocos minutos de decolar a dos F-15 en la cola dispuestos a dispararle si fuera necesario, muy probablemente la FAA hubiera tenido que "mirarlo por tv".

Resulta que cuando se dan notorias y reiteradas muestras de debilidad en todos los frentes cualquiera, aún con escasos medios, puede afectar nuestro patrimonio, nuestra autodeterminación, nuestra soberanía y la vida y los bienes de los argentinos.