lunes, 14 de septiembre de 2015

Palabras de un Liceista

"Yo me eduqué en un Liceo Militar.
Nunca me obligaron a cumplir una orden ilegítima ni a impartirla.
Nunca jamás me dijeron que hacer golpes de estado o desaparecer gente estaba bien.
Ni que hay que matar para hacerse respetar.
Me enseñaron a respetar el himno y la bandera, a cantarlo y sentir orgullo.
Me enseñaron como comer en una mesa, cómo estar presentable, cómo lustrarme los zapatos, coser la ropa, tener el armario limpio y ordenado, a pedir permiso, a trabajar en equipo, a ser líder, a obedecer y luego a mandar, a usar el ejemplo como la mejor voz de mando, a ser leal, a respetar a todos, a no quejarme y HACER, a ir parado en el colectivo o cederle el asiento a cualquier persona que suba sin que te lo pida o te mire siquiera, a ser honesto.
A tener responsabilidades, a cumplirlas, a levantarme temprano, a creer en Dios, a respetar la tradición.
Me dio amigos de fierro con los que aún hoy me junto, con los que compartí momentos que dudo en algún otro lugar educativo se produzcan.
Todos estos valores que yo aprendí son los que le faltan a la juventud actual.
Entonces: ¿qué tiene de malo un Liceo Militar? ¿Las armas?
A mí nunca me dieron un arma y me dijeron sos la juventud maravillosa de este país, debes salvarlo matando gente... No.
Me instruyeron gradual y progresivamente, con un recelo permanente para manipularlas de manera tal que en mi mente solo existe un motivo para ir a ellas: cuando la soberanía lo demande.
Tal vez digan que el contexto mundial actual ya no necesita de la formación de cuadros militares... Bueno, si vemos como Brasil, Bolivia, Chile, Venezuela, Colombia, Perú y el resto del mundo, se están armando hasta los dientes, nos dará nuevamente la pauta de que este gobierno vive una realidad ajena al mundo, ajena a su continente y ajena a sus ciudadanos.
Siento mucha pena por lo que está sucediendo".
Nicolás Gabriel Baralle
Promoción 60
Liceo Militar "General Paz"